"El proceso ha sido largo y va a seguir siendo largo”. Mercacentro es la puerta de entrada a Fuengirola para todos los que llegan del aeropuerto u otro municipio al corazón de la ciudad y entran por la estación de tren al centro. Muchos son los que desconocen el origen, cómo empezó todo, un camino extenso para hacer realidad un gran proyecto, cuyas primeras infografías se presentaron recientemente. Mercacentro lleva gestándose en reuniones y mesas informativas y de trabajo entre comerciantes, técnicos y la alcaldesa de Fuengirola, Ana Mula, y su equipo de gobierno, desde hace años.
En una entrevista para contracronica.es, la primera edil popular detalló el trabajo de fondo, paso a paso. Mula, en primera persona: “Siempre que tengo oportunidad lo explico”. “Mercacentro es un edificio donde la envolvente es de Fuengirola, pero lo que tenemos dentro son concesiones, personas a las que el Ayuntamiento les otorgó en una determinada época concesiones administrativas por 20-30-50 años, los años que fueran”, un enclave donde sus comerciantes “tienen unos derechos adquiridos a explotar que vencen entre el año 2025 y 2026”. “Unos están en la planta baja, otros en la planta alta”. Para hacerlo realidad, “todos deben ponerse de acuerdo”.
“Cuando se comienza a hablar de una posible remodelación de Mercacentro, se plantean dos posibilidades”, explica la primera edil fuengiroleña. Una pasa por dejar el edificio “tal cual está y remodelar su interior”, dotándolo “de sistemas de iluminación, parámetros verticales y horizontales… lo que supone la remodelación de tu casa”. “Cambias solería, baños y haces una transformación”, explica.
La otra opción, más innovadora, moderna, del siglo XXI, podría ser el futuro de una Fuengirola cada vez más vanguardista si todos logran ponerse de acuerdo: demolerlo y “reconstruirlo entero”. La alcaldesa explica que “el problema de Mercacentro pasa- según dicen los comerciantes- por el modo en que Mercacentro se concibió en sus inicios: dos plantas. Ellos entienden que eso fue un error. Puede ser, no digo ni que sí, ni que no"-recalca la la alcaldesa popular- dos plantas en el que el pescado, la carne y la verdura están en la planta de arriba, y abajo, los locales comerciales”.

Para que los fuengiroleños entiendan su complejidad y la difícil tarea del Consistorio de aunar esfuerzos, Mula lo explica: “Ellos plantean que todos los locales de la planta alta pasen a la baja. Eso en principio no tiene que ser problemático, pero tienen derechos, tanto los de abajo, como los de arriba”. Por tanto, incide Mula, el futuro Mercacentro pasa por “el acuerdo de todos ellos en aceptar un posible cambio en las condiciones de sus locales”. “Si un comerciante, por ejemplo, no acepta que sus condiciones cambien, en cuanto a metros, localización, distribución- reconoce la alcaldesa- hace inviable cualquier proyecto”. “Y es aquí donde no se ponían de acuerdo”.
Las primeras propuestas de Mercacentro
Mula recuerda que al principio hubo incluso una propuesta de una empresa privada, se sometió a estudio y cada uno de los comerciantes planteaba su peculiaridad. Al final, precisa, “la empresa se retiró”. Así, el Ayuntamiento se reunió con los comerciantes y les explicó la línea a seguir, de consenso: “Si no había acuerdo, no podía salir adelante el proyecto”. Mula y su equipo de gobierno comenzaron entonces a trabajar “en una propuesta”, una propuesta que implicaba un coste, un estudio y un posterior proyecto, consensuado.
Así fue como Fuengirola acabó proponiendo un ambicioso concurso de ideas. Trece propuestas para avanzar hacia el mejor proyecto. Todo ello, acompañado de un jurado plural y diverso, especializado y representado, con todas las partes, donde se examinó con detalle cada una de las propuestas participantes. En el jurado se contó con un arquitecto designado por los comerciantes, otro por parte del Ayuntamiento, uno más a elección del Colegio de Arquitectos, la propia alcaldesa, el concejal responsable del área de Comercio y un representante de los comerciantes. Ganó la idea que abogaba por el derribo y la construcción de un nuevo Mercacentro, moderno, vanguardista, pero también ganaría la ciudad con un proyecto así en pleno centro.

Pero, de momento es solo eso, una idea en medio del proceso. Mula incide con realismo en que ahora “se termina la primera fase. Pero queda la segunda. Las condiciones y espacios de los de la primera planta cambiarán, como cambiarán los de la planta baja para que puedan encajar los de arriba”. En este tedioso proceso de negociaciones y reuniones, con más de 40 comerciantes sentados en una mesa, el nuevo proyecto de Mercacentro luchará por abrirse paso y hacerse realidad.
La alcaldesa es optimista, como clara al respecto: “Todos deben ponerse de acuerdo”. “El proyecto depende, en una buena parte importante, de ellos, los comerciantes, de conseguir una solución de consenso. Necesitamos que todas las partes nos pongamos de acuerdo e ir a ese proceso. También habría otra posibilidad, pero sería mucho más drástica: si no se ponen de acuerdo, el Ayuntamiento expropia por razones de interés público e inicia el proceso, pero, sinceramente, es que no nos parece que esa sea la idea”, reconoce.
“Ahora empezamos con esa segunda fase, tenemos una idea que nos da una propuesta de redistribución. Ellos ahora van a poder ver cómo les afecta, pero van a poder ver, no van a poder conocer todo con exactitud, es una propuesta, no está trabajada como proyecto”, aclara. “Es la base, podrás ver si tienes un local en la entrada o en la parte lateral derecha con unos metros, los locales que resulten va a tener menos metros de los que tienen ahora. Ellos tendrán que decidir si aceptan o no ese nuevo cambio”.
Cambio. Ese es el reto de Fuengirola para estos cuatro años, nuevos proyectos, más tecnológica, Smart City... y en ese modelo de ciudad donde los tiempos cambian a ritmo de vértigo, Mercacentro no puede quedarse atrás, ahora tiene la gran oportunidad de renacer siendo del siglo XXI, integrado en una ciudad que quiere crecer en cada momento.