CONTRACRÓNICA, POR J. AMIGUETTI. | Pleno para olvidar en Benalmádena y como pocos se recuerdan. Triste, excesivamente triste. Se quejaba el alcalde socialista, Víctor Navas, del nivel de crispación que se está produciendo en el municipio obviando, a todas luces, toda la crispación que en su día lideró para echar a Paloma García Gálvez (PP), quien aun habiendo ganado las elecciones, perdió en los despachos su victoria en las urnas.
Porque lo que digan las urnas unas veces interesa y otras no. Triste debate que giraba sobre la consulta, sin moción, denegada por PSOE e IU, debate en el que Navas prefería hablar de la campaña electoral en Andalucía, de Juanma Moreno, pero no quería oír nada sobre la consulta. Eso sí, aseguró que ninguna consulta podía ser vinculante y criticó el coste de la que propone el PP, una consulta con urnas, juntas electorales, colegios, recuento… Una consulta digna. Es decir, una consulta de verdad y no de cartón a golpe de click desde casa. Y eso no es deslegitimar la consulta que propone el PSOE, es que para realizar la consulta que propone el PP ya vamos demasiado tarde porque Navas lleva tres años obviando lo que algunos grupos de la oposición ya le venían reclamando: cuatro carriles en la costa, siempre sin perder los EDUSI, con sentido común y esfuerzo técnico.
Y esa cuestión, en concreto, quien más la defendió en los plenos y en 2019 durante la campaña, fue el edil y portavoz liberal Juan Antonio Vargas, defendió esto en videos y pleno tras pleno. Lo llevaba en su programa electoral. Modificar el proyecto para no perder los fondos EDUSI. Miren, tanto es así, que presentó una moción con un solo punto: analizar con los técnicos que la costa conserve los cuatro carriles sin perder esos fondos. Navas se regocijó y fue el alcalde quien dijo que así se perdían los trece millones, no lo dijo Vargas, lo dijo el alcalde, y que por eso tumbaba la moción. En el pleno de hoy, el alcalde aseguró que Vargas, quien no estaba presente, había dicho aquello. Pero la moción fue la moción que se votó, el punto era demasiado claro y la votación también: los liberales, a favor, el PSOE e IU, en contra.
Es feo, verdad, hablar de quien no está presente en un debate público y no se puede defender. Esto lo dijo el señor Centella. La edil María Luisa Robles, compañera de Juan Antonio Vargas, quiso hoy en el debate defenderle, pero el alcalde que presumió un minuto después de ser un gran demócrata, vetó su intervención. Es decir, te descalifica y te impide después defenderte. Es decir, te somete desde la presidencia. Sinceramente, es esto de lo que ha quedado constancia en el pleno, por no hablar de lo que parece ser a todas luces un complejo de inferioridad política de Navas con respecto a Vargas, ya que ahora que no está le dice todo lo que no le dijo cuando estaba. Probablemente, lo digo de corazón, Vargas ha sido uno de los mejores concejales con los que ha contado este Ayuntamiento, no sólo porque no necesita la política para vivir y que nunca fue su intención vivir de ella, sino porque está a un nivel de educación infinitamente superior al del alcalde. Navas jamás podrás estar a la altura de Vargas, Navas, asúmelo, porque para Vargas, por encima de la política están las personas y usted hoy en el pleno antepuso su interés político a las personas. Una gran diferencia.
Y lo hizo señor Navas, con los que acudían como público. Imagínese como pudo sentirse ese miembro de la plataforma a la que usted ha echado del pleno, acompañada por un agente de la Policía Local, como si fuera un delincuente, cuando tan solo ha dicho una frase, que a todos se nos puede escapar en el calor de un tenso debate. Olea salió a defender algo tan sencillo como esto, porque la protesta "no es una revolución ni un golpe de estado, no se puede frenar, porque es la base para que cambien las cosas (algo así dijo Anguita, señor Centella), Alberto Garzón defendió incluso la desobediencia civil.
LA HEMEROTECA
Hace no mucho, cubrimos muchos compañeros un pleno, el de la moción de censura en Torremolinos. Allí, el representante de mayor edad de la mesa no quiso cortar el debate entre el público. Mientras hablaba la candidata del PP y estaba tomando fotografías, pude escuchar y oír, a la vez, improperios de todo tipo contra ella. Me giré (lo narré en una crónica que escribí en su día) y detrás de mí, en primera fila había diputados provinciales, incluido Dani Pérez, y al fondo creo recordar que estaba el señor Marín y algún concejal más socialista. Toda la bancada del PSOE interpretaba el papel de vecinos indignados en el pleno. Y nadie los expulsó.
Y digo esto, porque si quiere bajar la crispación, señor alcalde, que se puede estar de acuerdo en que algunas personas en redes sociales insultan, pierden las formas y son beligerantes en exceso, tal vez usted debería también dar ejemplo. ¿Por qué no ha sido más respetuoso y educado con los miembros de la plataforma? El alcalde no es ajeno como cargo público a que la opinión pública fiscalice cada minuto su gestión, no puede inhibirse, y no es ajeno a la crítica, aunque esta fuera mordaz y feroz (sentencia del Supremo). La plataforma no le imputa delitos, le exige soluciones. Y en el cargo va la carga. Y si quiere de verdad, de corazón, bajar la crispación, empiece a hacer hoy lo que hizo Enrique Centella, ir poco a poco ya reconociendo que se equivocaron. Usted minusvalora cada día a la plataforma, incluso la maltrata al expulsar a un miembro de un pleno a la primera que se pasa de frenada, cuando por ese pleno han pasado personas de todo tipo a los que ha llamado al orden, pero jamás los ha expulsado.
Si quiere bajar la crispación, señor alcalde, empiece por sentarse con la plataforma, no opte por echarla, eso no es democracia, es autoritarismo. Usted manda, el resto hace lo que usted manda. Es mejor bajar el nivel empezando por su arrogancia. Reconozca lo que de verdad ha ocurrido, reconozca que desde que gobierna ha sufrido su primera gran derrota. Antes hubo otras, pero esta es muy evidente. Dijo que no había vuelta atrás, que no habría ya nunca más cuatro carriles porque no se perdería los 13 millones. Hoy ya hay cuatro carriles y esta victoria comenzó con una plataforma y unos partidos que secundaron sus protestas, sus movilizaciones.
Sí, señor Navas, el derrotado, algún día deberá asumir que su modelo de ciudad ha fracasado, y debe hacerlo con dignidad y valentía porque durante casi un año por su imposición del proyecto ha generando un daño innecesario a Benalmádena, un daño irreparable, que obviamente genera indignación. Claro que ya va siendo hora de hablar menos y asumir responsabilidades. La costa tiene cuatro carriles, la plataforma, de momento, ya ha ganado y usted todavía sigue vendiéndonos el cuento de que casi no existe. Fin de la cita.