J. AMIGUETTI | MÁLAGA | En una entrevista para contracronica.es, el presidente analiza la situación actual de la provincia, el cambio en el ente con la llegada del PP y proyectos estrella como lo fue El Caminito del Rey, los retos que vienen por delante y los comicios que se avecinan para el próximo 19 de junio: “Andalucía suena, se genera empleo, hay normalidad, no hay radicalismos ni confrontación en la vida política, exportamos más y las infraestructuras, pendientes desde hace décadas, se están terminando”.
¿Qué sería de los municipios pequeños sin la Diputación?
Las diferencias entre los municipios pequeños con los grandes y la costa sería abismal y la diferencia de los servicios públicos y la calidad de vida, se acrecentarían. Trabajamos para reducir esas diferencias pero muchas veces encontramos circunstancias geográficas y de servicios que no se pueden evitar, pero si no existiera la Diputación, servicios esenciales y básicos como alcantarillado, luz, instalaciones deportivas, hogares de jubilados, no se tendrían. Si no estuviera la Diputación habría que invertársela porque muchos pueblos habrían desaparecido ya y el fenómeno de despoblación se habría incrementado poniendo a muchos pueblos al borde de la desaparición.
Hubo partidos que nacieron al son de acabar con las diputaciones… ahora están dentro, ¿han cambiado de opinión?
La ignorancia y el desconocimiento te hace ser muy atrevido. La prudencia en la declaración de principios en una formación que está naciendo, queriendo crear una expectativa de voto o de poder gobernar o influir en la gobernabilidad de un ayuntamiento, exige esa prudencia si no se conoce la realidad de las administraciones públicas y de la sociedad malagueña en general. Sobre todo, en lo que afecta a administraciones locales. Ese desconocimiento lleva a hacer promesas y establecer estrategias electorales que obligan después a dar marcha atrás cuando se dan cuenta de la realidad. Es algo que ha ocurrido con varios partidos, algunos incluso han llegado a gobernar con nosotros en Diputación, o están gobernando en Ayuntamientos que, al ver la labor y el papel que desarrollan las diputaciones en la vertebración de una provincia y los servicios esenciales que se prestan, han dado marcha atrás para al final reconocer que las diputaciones son útiles. Por eso, yo siempre le pido a estos partidos que sean prudentes a la hora de hacer propuestas y no engañen a la ciudadanía, siendo serios a la hora de presentarse a unas elecciones.
¿La Diputación podría ser un órgano de designación directa?
Yo creo que sería bueno que se eligiera directamente a los diputados provinciales, que llevaran ellos un programa electoral y un compromiso serio con los municipios de la provincia. Creo que esa empatía, esa afinidad del ciudadano con la Diputación que a veces lo ven como algo alejado y desconocido, se podría acercar. Hay sistemas que actualmente son democráticos, pero la elección indirecta aleja un poco más a los diputados provinciales y a la institución de la ciudadanía.
Pero no obstante, con el día a día, con el trabajo, si lo haces bien, estando en la calle, pueblo a pueblo, visitando colectivos y asociaciones, al final te valoran porque, por ejemplo, la Diputación provincial, en esta última etapa con un gobierno del PP, se ha convertido en una administración cercana, presente en todos los eventos culturales y deportivos, de estrategia económica, creando infraestructuras… Era desconocida y ahora se le ve como un elemento necesario para cualquier iniciativa que presenta un ayuntamiento o cualquier colectivo. Ha sido un trabajo de día a día que te legitima y te da fuerza, consolidando la existencia de la Diputación y del propio diputado provincial y su presidencia.
Le llegarán muchas veces mociones de Ayuntamientos instando a la Diputación a… ¿le duele que a veces se utilice a la institución como arma arrojadiza entre partidos?
Yo creo que se está generalizando esto en los ayuntamientos porque ven al final que la administración más cercana es la Diputación, como los vecinos ven que la administración más cercana que tienen es su ayuntamiento. La Diputación es una administración ágil, cercana, y pueden ver en ella una solución más inmediata tocando a nuestra puerta pese a que la competencia sea de la Junta o del Estado.
Yo puedo aceptar que eso ocurra en los plenos de los municipios de la provincia cuando se hace con buena fe, pero es cierto que muchas veces se utiliza como arma arrojadiza porque un alcalde, por su inoperancia, por no saber solucionar sus problemas, quiere buscar un enemigo exterior y, en este caso, puede ser la Diputación. Pero la verdad es que siempre hay que ser serios, saber cuáles son tus responsabilidades y no intentar eludir tu responsabilidad apuntando a la Diputación, que eso es lo más fácil.

¿Eso ha sucedido con el Tívoli?
Por ejemplo. Con el Tívoli. Pero en Benalmádena también ha pasado con el centro para AFAB de atención a enfermos de Alzheimer, hasta con la actuación que se ha llevado en la avenida principal que antes era la antigua N-340, a su paso por Benalmádena, que ha acabado afectando indirectamente a la Diputación porque nos ha llegado un colectivo a pedir amparo. En fin, hay alcaldes así, pero yo, que soy alcalde, cuando tengo que hacer frente a un problema, intento solucionarlo yo y no echar la culpa a otras administraciones. Cuando es una competencia exclusivamente de Costas, o sanitario… obviamente tienes que tocar a esa puerta y demandar la solución de ese problema a otra administración, pero temas en los que se sabe perfectamente que no tiene competencia la Diputación, responsabilizarla de un asunto de interés municipal, sinceramente, creo que es poco leal con una administración que siempre no mira color político y reparte fondos a todos los ayuntamientos, estando para los municipios menores de 20.000 habitantes, pero también para los demás.
Benalmádena recibe fondos de Diputación…
En esta legislatura, desde 2019 ha recibido cantidades cercanas a tres millones de euros, con esas cuantías podía haber resuelto- por el alcalde socialista Víctor Navas- muchos problemas que le demandan soluciones los ciudadanos y no estar tocando a la puerta de la Diputación. Podía haber utilizado esos tres millones para el centro de AFAB, está haciendo peticiones a la Diputación cuando la Diputación ya ha puesto recursos sobre la mesa. Lo que pasa que el que tiene que priorizar esos tres millones es el alcalde, si este deja de atender a AFAB, es su responsabilidad.
¿Con el centro de AFAB solo ha puesto fondos la Diputación?
Sí, y por el hecho de que un Ayuntamiento ponga un solar, eso no te exime de responsabilidad para construir el edificio. No tiene sentido ceder el solar si no se quieren poner más recursos para hacerlo realidad para ayudar a algo tan importante como los enfermos de Alzheimer. Yo tuve un problema similar en mi ayuntamiento como alcalde, yo también cedí un local para una asociación que atiende a personas con discapacidad funcional. Cedí el local y luego como Ayuntamiento aportamos 150.000 euros y trabajé para que el Estado y la Junta pusieran recursos sobre la mesa y entre todos hacer realidad el centro.
No se puede tirar la piedra y esconder la mano, inhibirte porque has cedido el suelo. La responsabilidad es de todos, es un servicio que compete a la Junta de Andalucía, pero muchos servicios lo prestan en esos municipios la sociedad civil y las administraciones tenemos que contribuir a que esos servicios los preste la sociedad civil, teniendo todos que aportar nuestro granito de arena y aquí, en el caso de AFAB, quien ha dado el paso es la Diputación con 300.000 euros. Ahora le toca mover ficha al resto de administraciones y el Ayuntamiento de Benalmádena tiene que ser más generoso y aportar fondos propios, entre ellos, puede contribuir con los fondos que le aporta la Diputación.
Yo no le digo al alcalde en qué debe destinar los fondos, ahora acabo de aprobar un fondo incondicionado de 20 millones para todos los ayuntamientos, Benalmádena va a recibir cerca de medio millón de euros y el alcalde debe decidir qué hacer con esos fondos y podría ser generoso y decir que, de ese medio millón, aportará 200.000 o 300.000 euros para este edificio de AFAB. Él sabrá- por Navas- qué prioridades tiene en su municipio y qué responsabilidades tiene que asumir. Y como eso muchas cosas más que ocurren en toda la provincia, repartimos recursos y los alcaldes deciden.
También Diputación asume gastos y aporta cuantías a cuestiones que no son de su competencia, como con los temporales, ¿verdad?
Claro, hay que ser sensibles a los problemas que hay en la provincia, todo está conectado, hay vasos comunicantes. Si estamos promocionando el destino Costa del Sol y uno de sus máximos exponentes es el sol y playa, pues tengo que ser sensible a los daños que ha producido el temporal porque perjudica al principal ingrediente turístico que tenemos: el sol y playa. Si puedo aportar mi granito de arena para que los municipios se recuperen cuanto antes, lo haré porque para eso están los recursos. Estos 20 millones incondicionados cuentan con la libertad para que los alcaldes marquen sus prioridades, como limpiar los efectos de la calima. Estamos para ayudar en lo que podamos.
¿El turismo de interior está siendo clave para frenar la despoblación?
Por supuesto. Se ha convertido en una de las grandes bazas para luchar contra la despoblación y para potenciar el sector agroalimentario. Se ha convertido en uno de los recursos más importantes para nuestra marca: Costa del Sol. Nosotros vendemos ya la marca, no solo como sol y playa, sino también todo el complemento que supone el interior de la provincia porque esa oferta tan variada es lo que nos hace ser una marca de primer orden internacional.
La diversidad nos permite diferenciarnos de otros destinos. Sol y playa no pueden sobrevivir sin el interior, quien viene quiere una oferta complementaria y el interior es excepcional para ello. Y a su vez, el interior no puede vivir sin sol y playa, se retroalimentan y nos dan fortaleza. Apostamos por el turismo de interior con una oferta de excelencia a través de productos como el Caminito del Rey, la propia marca Sabor a Málaga, la Gran Senda y los distintos itinerarios, ya especializados, como la visualización de aves, cicloturismo, tenemos hasta rutas de orquídeas en la zona de Ronda. Ahora vamos a crear una nueva ruta Romántica que comunicaba Ronda con el Peñón de Gibraltar, la Ruta del Bandolero, tenemos que ir especializándonos para ser competitivos frente al resto de España.
¿El Caminito del Rey ha sido un proyecto estrella de los populares en Diputación?
Así es, la marca. Marbella, de por sí, es una marca, la Costa del Sol es ya una marca que se ha conseguido con el paso del tiempo. Crear una marca que se hable de ella y ya, solo por eso, vengas al destino, es muy complicado. Y eso se ha conseguido. El Caminito del Rey es un caso de estudio en las universidades y escuelas de turismo porque, en muy poco tiempo, la gente viene a Málaga para ver el Caminito del Rey y después hacer otras cosas. Es una sinergia en cuanto a creación de empleo, alojamientos, turismo de aventura y de interior, único en la provincia. Cada año se venden las 300.000 entradas y ya hay muchas agencias que venden su paquete con “Visita el Caminito del Rey”.
Cuando hablamos de tren litoral, hablamos de décadas ¿lo verán las generaciones venideras?
Yo soy pesimista porque cada vez la presión inmobiliaria y de construcción del litoral deja menos espacio, aunque podría ser una zona paralela a la autopista, con la complejidad que tiene porque un tren tiene que estar cerca de la ciudad. Es muy complejo, pero eso no quita que sea muy necesario porque uno de los grandes problemas que tiene la Costa del Sol es la movilidad.

¿Necesitamos una alternativa?
Hay que buscar una alternativa, sí, una movilidad fluida, rápida, que nuestro producto no sea incómodo. Si no te puedes mover cómodamente por la Costa del Sol, la gente se lo piensa antes de venir. Eso es así. No solo para el que viene, sino también para los que viven aquí. La Costa del Sol no es solo un producto turístico, se ha convertido en un destino para vivir: viniste de vacaciones y te has comprado una vivienda de segunda residencia y al final viniste para vivir porque ahora con el teletrabajo esto es posible. Si esa movilidad no se mejora puede convertirse en algo que nos perjudique y hay que solucionarlo. El tren litoral es a muy largo plazo, necesitamos soluciones a corto y medio plazo.
¿Cuál ha propuesto la Diputación?
Mejorar el transporte público a través del Consorcio Metropolitano, construyendo una alternativa con un carril exclusivo para el transporte público con una frecuencia atractiva para que uno desee dejar el coche en casa y utilizar el autobús con un precio asequible. La inversión sería mucho menor a un tren con el objetivo de conectar toda Málaga con el litoral de la costa oriental y occidental, con un carril único, con autobuses eléctricos, sostenibles y a favor del medio ambiente. Tiene que tener sus plataformas correspondientes para conectar: bicicleta, patinete y moto eléctrica, así como servicios públicos alternativos, ya sea taxi o el propio transporte público municipal. A medio plazo se puede hacer y nos lo tenemos que tomar muy en serio todas las administraciones, la Diputación está dispuesta a colaborar porque cuando ocurren accidentes también es necesario abrir las autopistas y todas las administraciones nos debemos poner a ello para que el tráfico no se colapse. Hay que sentarse todas las administraciones, las soluciones están y hay que tener voluntad.
Dos legislaturas con un PSOE en la Junta y luego con el PP. Unos hablaron de cambio y otros de vuelta al pasado con mucho mensaje dirigido a los pueblos pequeños. Usted que visita muchos de ellos… ¿Se han roto estos estereotipos?
Por supuesto. Parecía que con la marcha del socialismo en la Junta se iba a acabar el mundo, pero se ha visto que no se ha acabado. Ellos- por el PSOE- apelan a la cultura del miedo, diciendo que si viene la derecha se pierden derechos adquiridos. Han tenido que pasar muchos años para conseguir avances. Se ha desterrado la corrupción, uno de los grandes problemas que ha tenido Andalucía, traído por el PSOE, como el favoritismo, se han perdido muchos recursos, tiempo y oportunidades. Se habían perdido grandes recursos en materia de empleo, formación… teniendo elevadas tasas de paro, todo eso lo trajo a Andalucía el socialismo. Ahora hay normalidad, se ha visto que estos problemas endémicos y sin solución se están solucionando con el PP, a pesar de haber tenido una pandemia. Estoy convencido de que los ciudadanos no son tontos, el PSOE cree que lo puede engañar, pero la gente hace al final un balance, si estamos mejor antes o después de llegar el PP y están comprobando el cambio, se ha desterrado la corrupción, Andalucía suena, se genera empleo, hay normalidad, no hay radicalismos ni confrontación en la vida política, exportamos más, las infraestructuras pendientes desde hace décadas se están terminando.
¿Las inversiones se han materializado?
Málaga es un ejemplo de cambio, el Metro, una herida abierta durante 10 años que se ha cerrado, el tercer hospital, que fue prometido durante una década, llamándolo megahospital, tercer hospital, le iban cambiando el nombre, todo era mucho markéting con el PSOE, pero no hacían nada. Y ahí ha estado siempre la Diputación provincial cediendo terrenos y será una realidad a medio plazo. A nivel provincial el cambio se ha notado mucho, con la circunvalación de Arriate, un cuello de botella entre la comarca de Ronda y la provincia de Sevilla, se terminó en un año tras 5-6 años paralizados, son muchos ejemplos, como el Puerto Seco de Antequera, proyecto estratégico para toda la provincia generando cientos de empleos y promoviendo la importación y la exportación. Son muchas obras sanitarias, de hospitales, reformas, modernización, apertura de centros educativos y de salud en los pueblos, ahora hay más médicos, profesores… en cuatro años no se puede pedir más con un cambio tan claro en tan corto espacio de tiempo con una pandemia de frente. Es una realidad palpable, objetiva… Éramos los últimos o penúltimos y ha sido culpa de los gobiernos socialistas. Si en Andalucía se hubiera trabajado a este ritmo con el PP en 40 años socialistas, Andalucía sería la primera en España en riqueza y calidad de servicios públicos.